Seguridad de los datos de marketing
En un entorno en el que las decisiones sobre tecnología están basculando desde el departamento de sistemas hacia el de marketing, cabe preguntarse si la información que se genera en esa área está convenientemente protegida.
Recientemente, he tenido la oportunidad de comprobar, de manera muy cercana, los múltiples problemas a los que se enfrenta un usuario cualquiera para proteger sus datos, incluso cuando mantiene una buena política de copia de seguridad. El iPhone de mi mujer dejó de funcionar estando de viaje en el extranjero: cuando no tienes cerca tu ordenador y las wifis a las que tienes acceso no son más que conexiones gratuitas, lentas y poco fiables, copiar o restaurar casi 7GB de información se convierte en tarea imposible. Un claro ejemplo de cómo incluso a la mejor política sobre el papel se le encuentran puntos débiles en cuanto se la expone a la más diversa realidad.
Todo esto me ha llevado a pensar en el gran tema que afecta a los directivos de marketing de la actualidad: como ya dije hace unas semanas, el director de marketing es cada día más un decisor y gestor de tecnología. Si bien todos reconocemos que resulta esencial que el CMO se coordine con la división tecnológica de su organización para optimizar decisiones y operaciones y evitar el caos, lo cierto es que esto no es posible en todos los escenarios: no son pocas las organizaciones actuales en las que ni siquiera existe un rol específico equivalente al CIO, sino que las decisiones de negocio y tecnología emanan, desde la fundación, de una misma persona.
Si, a lo anterior, le sumamos la cada vez mayor dependencia de proveedores externos de soluciones cloud o de software como servicio (SaaS), todo lo referente a la protección de la información esencial de la empresa entra en una clara zona de peligro: sistemas cada vez menos integrados, físicamente dispersos e incluso ilocalizables, legislación cada vez más restrictiva y clientes más exigentes, usuarios cada vez más móviles y con dispositivos más diversos y una estructura de personal de sistemas en clara mengua.
Seguramente, a todos esos factores de riesgo se suma otro con un gran impacto: una menor consciencia de las dificultades propias de las prácticas de gestión de la información corporativa por parte de esos nuevos responsables tecnológicos en el departamento de marketing, que quizá no tengan muy claros esos pequeños detalles como la obsolescencia o la incompatibilidad de los soportes y formatos, o la dificultad creciente para copiar, transportar o restaurar los backups en función de su tamaño también creciente.
Con todo este panorama, parece claro que ninguna política de adopción de sistemas o herramientas por parte de un departamento de marketing está completa si no la acompaña una estrategia de gestión de los datos que se van a manejar en ellos. Además, en aquellos entornos en los que no existe un departamento tecnológico que pueda asesorar en esta línea, surge la necesidad de contar con un perfil mixto, el tecnólogo de marketing, que marque la linea a seguir en el departamento de marketing.
Cabría pensar que, hoy por hoy, soluciones como los sistemas de backup remoto automatizados parecen suficiente para cubrir las necesidades del departamento de marketing pero, como bien sabe todo marketing technologist, "the Devil is in the details", así que una política de gestión de los datos de marketing pasa, potencialmente, por confiar en empresas que puedan ofrecer servicios plenos de gestión de datos corporativos, como la muy conocida Iron Mountain o cualquier otro proveedor de primer nivel. Ese tipo de empresas no sólo ofrecen servicios completos y variados, sino que tienen capacidad para asesorar sobre la mejor estrategia para asegurar nuestra información.
Bonus tip: si no has probado a restaurar tu copia de seguridad, es como si no tuvieras copia de seguridad.