¡Extra! ¡Extra! Nos lanzamos a crear nuestra startup
Hoy, toca salir del armario emprendedor. Ayer, Ana Jiménez y yo acabamos nuestra etapa en nuestra anterior empresa y, a partir de hoy, nos dedicamos full-time a nuestra startup, Leads Origins, un marketplace de leads comerciales generados mediante técnicas de data science.
No va a ser fácil, pero va a ser bonito. No, bonito no, va a ser precioso. Llevamos ya desde el mes de junio trabajando en la definición del modelo de negocio. Horas robadas al descanso y el ocio han ido dando forma y robustez a una idea que empezó siendo algo bastante distinto y que ha ido evolucionando hasta tener las características necesarias para convertirse en nuestra pasión y, por supuesto, en un negocio (muy) rentable. Parece que decir "marketplace" lleva aparejada la idea de que hablamos de un simple sitio de clasificados, pero Leads Origins va mucho más allá, con una salsa (no tan) secreta que le da carácter diferencial: los procesos internos de consolidación de la información que pasa a través del sistema y la comunidad de data scientists que hay que crear alrededor del negocio.
Dar el salto al vacío no ha sido sencillo: seríamos unos insensatos si no sintiéramos vértigo. Además, la gente a nuestro alrededor no nos aportaría todo lo que nos pueden aportar si no nos ayudasen a ver la parte arriesgada de la decisión. Pero era necesario. Es necesario poder dedicarte por completo a tu negocio, no ya sólo por las horas que necesitas poner en él cada día, sino porque tu cerebro debe poder concentrarse por completo en ello. Dejar un trabajo a jornada completa, estable, cómodo y bien remunerado para montar tu propio negocio es una señal que puede interpretarse de muchas formas. Para nosotros, significa compromiso, ilusión y potencial.
Ana y yo formamos un equipo fundador sólido y robusto. Ambos compartimos una visión sobre qué cosas queremos hacer y cómo queremos hacerlas. Además, nos complementamos muy bien:
Ana es ingeniera informática, con un máster en inteligencia artificial. Tiene experiencia previa en la aplicación de la inteligencia artificial en el campo biomédico y en la coordinación técnica de proyectos de investigación nacionales e internacionales. Trabajó como Data Scientist en otra startup dedicada específicamente a la detección de leads en redes sociales mediante técnicas de machine-learning. Para colmo, se le iluminan los ojos cuando habla de Docker, Python y otros cacharros.
Yo llevo 17 años, con roles distintos, metido en el marketing y ventas de tecnología en entornos B2B. A lo largo de este tiempo, he creado y desarrollado productos y servicios software ya en varias ocasiones (y no parece que se me dé mal) y he gestionado muchos proyectos complejos, incluido más de uno a gran escala, con equipos distribuidos en varios países. Complementé mi formación universitaria en marketing con el Programa Superior de Marketing y Ventas de IE Business School y con el Advanced Project Management Certificate de la Universidad de Stanford. Esta va a ser mi segunda etapa vital con un negocio propio, porque en 2000 me lancé a crear mi primera empresa, a cuyo frente estuve seis años. Lo que aprendí (a hacer y, sobre todo, a no hacer) a lo largo de esos años no se consigue ni con el mejor MBA del mundo.
Ambos compartimos, además, nuestra etapa en Bitext, empresa dedicada a la tecnología lingüística aplicada a resolver problemas de negocio y que fue nombrada por Actualidad Económica una de las mejores startups de España de 2015. En esta etapa común, hemos validado que nos gusta trabajar juntos y hemos profundizado en las diversas formas en las que el machine-learning y el procesamiento de lenguaje natural ayudan a las empresas. También, hemos visto desde dentro cómo se mueve una startup en un entorno global y cómo se relaciona con sus inversores.
No es mala base para empezar, ¿no?