Cómo elegir a quién seguir en Twitter. Y a quién no.
Hace poco, un ex-compañero de trabajo me preguntaba que cómo podía hacer para seguir a tanta gente en Twitter. Mi respuesta fue: ¿Tanta gente? Sólo sigo a unas 1.900 personas. ¡Eso deberías preguntárselo a quienes siguen a 200.000!
Lo cierto es que no sigo ninguna regla rígida para decidir a quién sigo en Twitter y a quién no. Lo que sí hago es usar una serie de criterios y de prácticas en mi uso diario de Twitter que me permiten tener la casa más o menos ordenada (ahora entro en detalle en eso), pero suelo concederme libertad absoluta para saltarme esos criterios cuando me apetece o cuando encuentro a alguien realmente sorprendente, pero que no encaja en ningún patrón anterior que me hubiera llamado la atención. Al final, si eres más o menos coherente al elegir a quién sigues, seguir a 2.000 personas no es complicado si no aspiras a leer todas y cada una de las cosas que digan y si pasas por tu timeline con suficiente frecuencia.
Supongo que, como en tantas cosas, lo primero y fundamental es decidir qué quieres lograr con tu cuenta de Twitter. ¿Estar informado? ¿Darte a conocer? ¿Divertirte? Seguro que no habrá un único motivo, sino una mezcla de varios y, también, seguro que habrá motivaciones que no querrás verbalizar pero que ahí estarán, en mayor o menor medida: demostrar cuánto sabes de un tema, entrar en contacto con mujeres/hombres, acumular followers para sentirte importante... Sea lo que sea lo que persigas, lo importante es que analices si las personas o marcas a las que sigues en Twitter son coherentes con tus intenciones.
En mi caso, uso mi cuenta de Twitter con fines profesionales, con unos leves tintes personales. A lo largo del tiempo, me ha permitido lograr estos objetivos:
Me mantengo al día de las novedades generales y de la industria del marketing y la tecnología, de manera muy sencilla.
Estoy al tanto de nuevas tendencias "tecno-sociales", también de forma sencilla y, sobre todo, inmediata.
Puedo mantener el contacto con contactos profesionales (y personales) de una manera quizá muy tenue pero, de igual modo, muy cómoda.
Me ayuda a transmitir la sensación de que soy un profesional del marketing que se mantiene actualizado y activo.
Cómo elijo a quién sigo en Twitter
Si te interesa el marketing y la tecnología, sígueme en Twitter
Así que, teniendo en cuenta el uso que le doy, plasmado en esos objetivos, elijo a quién seguir en Twitter basándome en estos criterios:
Que me sigan a mí es un motivo firme para seguir a otro, porque así se crean vínculos y relaciones. Sin embargo, no es automático: no creo en devolver los follows por mera cortesía. Si no veo que seguirte vaya a ser una experiencia valiosa, es poco probable que te siga. Concretamente, dudo que le devuelva el follow a quien me siga si percibo que sólo lo hace por captar nuevos seguidores. ¿Sigues a más de 100.000 personas? No eres mi tipo, majo.
Necesito sentir, desde el primer momento, que la cuenta a la que voy a seguir es real. Los spammers y los bots evidentes no son un problema, porque se los detecta en menos de un segundo, pero las hay más complejas: cuentas que promocionan esquemas de marketing de afiliación o multinivel, cuentas falsas de chicas jóvenes demasiado perfectas para ser ciertas (cuyo objeto no siempre termino de entender o no quiero llegar a entender) y cosas así, raritas, que abundan por ahí. Así que no me ayudan las cuentas con seudónimos, sin una imagen de perfil evidente, sin interacciones con otros usuarios, etc.
Si te conozco en persona, tienes el follow (casi, casi) asegurado, porque es una buena manera de mantener el contacto, como decía más arriba.
En general, sigo a personas relacionadas con mi industria (marketing, comunicación, publicidad, tecnología...), pero también sigo a otros que hablan de actualidad, pensamiento, literatura, si lo que dicen tiene sentido y me aportan más que hojear la portada de un periódico. Voy creando listas temáticas y me las organizo en mi tablero de Hootsuite, para tener a mano la información que me puede interesar en cada momento. Normalmente, llego a estas personas a través de los tuits de otros o al conocerlos por primera vez en LinkedIn o en sus blogs.
Suelo evitar a quienes se limitan a publicitar sus servicios o los de su pequeña empresa. Me parece genial que des a conocer lo que haces, pero tendrás que revestirlo de valor si quieres que te preste atención.
Si eres una marca, te va a costar 20 o 30 veces más convencerme para seguirte. Salvo, por supuesto, que quiera estar atento a lo que dices para analizar tu estrategia en medios sociales (aunque es probable que, para eso, me limite a meterte en una lista).
Un ritmo de publicación razonable: ni un tuit cada trimestre, ni seis cada hora. Tampoco me fío de quienes sólo publican en oleadas. Me gustan las personas, no las máquinas de publicar.
Cómo decido a quién dejo de seguir en Twitter
Mantener un timeline más o menos limpio y accesible me resulta importante. Así que procuro, de vez en cuando, echar un vistazo a quién sigo y quiénes me siguen para poner un poco de orden. Para ello, suelo usar SocialBro, aunque podría hacerlo con la propia Hootsuite o con otras docenas de herramientas similares. Suelo aprovechar para repasar quiénes me han seguido recientemente, por si me hubiera olvidado de seguir a alguien que podría resultar interesante. Sin embargo, mi principal objetivo es dejar de seguir a quienes no tiene sentido que continúe siguiendo. Suelo fijarme en cosas como estas:
Quiénes me han dejado de seguir recientemente. No me importa seguir siendo follower de alguien que ya no me sigue, pero que hayan dejado de seguirme puede ser una señal de algo, así que merece la pena echar un vistazo y volver a evaluar si tiene sentido el follow. A menudo me sirve para identificar a personas que sólo me siguieron para conseguir que yo les siguiera de vuelta y que, una vez logrado eso, me dejaron de seguir para poder seguir haciéndolo con otros sin desequilibrar su proporción seguidos/seguidores.
Quiénes no han tuiteado nada desde hace meses. En teoría, debería darme igual seguir a cuentas inactivas pero, en la práctica, una cuenta inactiva no me está aportando absolutamente nada. Si, en el futuro, esa persona vuelve a contar cosas interesantes, seguro que acabaremos coincidiendo, tarde o temprano.
Cómo elegir a quién seguir en Twitter no es algo que admita una única estrategia. Estas son sólo las reglas que yo uso. Si te han servido de algo, genial.
Por cierto, si te interesa el mundo de los medios sociales, quizá quieras leer mi artículo del otro día sobre qué son los influencers y cómo se los identifica y gestiona, en la actualidad.