Aún sigo aquí
¡Qué feo resulta un blog parado! Justo cuando creía estar en racha y cuando tenía un montón de planes para este blog, cambia el viento y lo dejo abandonado un par de meses largos.
Sé que hay pocas personas que sigan este blog por RSS o por otros medios de actualización periódica pero, justamente, es a esos seguidores fieles a quien más debo una (mínima) explicación y un dar señales de vida. Estos primeros meses de 2015 han estado marcados por mi cambio de trabajo que, probablemente, ha absorbido toda neurona mínimamente libre que me quedaba en el cerebro.
Para este año, mis intenciones eran pasar a un formato de artículo más extenso, más trabajado y de corte cuasi-periodístico. Varios borradores, con distintos grados de avance, cogen polvo en una libreta de Evernote, esperando momentos más favorables. Iba a hablar de coaching, de big data, de inteligencia artificial y tecnología lingüística, de publicidad programática y de varios otros temas candentes y que admiten un abanico de lecturas y matices. Pero, aquí estoy, con el blog parado desde hace un par de meses.
Bueno, volveré, sin duda, pero lo más cauto es que no prometa fechas ni temas. Mientras tanto, nos vemos en Twitter, donde la brevedad y la inmediatez hacen mucho más sencillo el seguir al pie del cañón.