A vueltas con los diccionarios online
En mi vida diaria, hay un patrón muy habitual: con eso de chapurrear varios idiomas, a menudo me encuentro con que me falta alguna expresión o palabra para escribir algo en un mensaje, así que abro el navegador y, de pronto, me puede la pereza, así que en lugar de irme a alguno de los diccionarios online “buenos” que conozco, tecleo en la barra de navegación lo que estoy buscando, veo qué me ofrece Google y, entonces… se me cae el alma a los pies.
No nos engañemos, salvo honrosas excepciones, la mayoría de los diccionarios online y sitios de “traducciones” que hay por ahí sueltos no tienen ninguna intención de serte de ayuda: su único objetivo es seducirte en los resultados de búsqueda de Google para que hagas click. Una vez has caído en su web, lo más probable es que sólo encuentres montones de user-generated content en los que tendrás que bucear para, con suerte, encontrar lo que buscas. Eso sí, esquivando por el camino un buen montón de publicidad hábilmente colocada.
Por eso, me gusta señalar aquellos servicios de diccionario online con los que me topo y que realmente me ofrecen algo distintivo. Últimamente, he probado Woxikon, un diccionario online libre de publicidad y donde es fácil encontrar lo que buscas. Cuenta con diccionarios en 10 idiomas (español, inglés, portugués, francés, italiano, alemán, neerlandés, polaco, checo y sueco), aunque no están disponibles todos los cruces entre idiomas.
Además de los diccionarios de traducción, Woxikon cuenta con otras características útiles, en mayor o menor medida, como listas de sinónimos, conjugación de verbos, rimas y un explorador de palabras que muestra palabras similares a la buscada en los distintos idiomas contemplados.
Me ha gustado que, con todas las pruebas que he hecho hasta ahora, no he encontrado ningún gazapo evidente (al menos, en los idiomas en los que puedo evaluarlo) y que el diccionario contiene términos complejos (p. ej. - galería de antigüedades), en lugar de limitarse a palabras sueltas.
Por cierto, casi acabo el artículo sin mencionar Google Translate… y sin recomendaros que huyáis con él como de la peste. Lo único bueno que tiene el sistema de traducción de Google es que produce cosas divertidas.